24 de febrero de 2013

Descubriendo el slalom

Hoy, durante mis prácticas, he cogido por primera vez un kayak de slalom en el canal de aguas bravas de Cuenca. La piragua de slalom se caracteriza por ser más alargada que una de rodeo o de kayak polo  (mínimo 3,50 metros) con una proa y una popa muy puntiaguadas y un canto muy fino, para facilitar los giros (chandeles), la maniobrabilidad y para coger velocidad en las corrientes del río.

Kayak slalom
 Lo malo es que, para alguien con poca técnica de aguas bravas como yo, estas piraguas resultan algo más inestables y requieren más técnica a la hora de coger corrientes y contracorrientes.

Así que hoy he experimentado varias de las dificultades que un novato puede vivir en aguas bravas (más con una de estas piraguas): he volcado (y esquimotado), me ha pillado un rebufo (no muy fuerte, del que he podido salir con un par de apoyos y retropaladas) y, cuando pensaba que ya no me podía pasar nada más...¡¡Me he quedado atascado sobre una piedra!! Jajaja. Bueno, es lo que tiene aprender, y me alegro de haberlo experimentado ya, y todo en un día...a 0º (ni frío ni calor, jeje).

Como nos dijeron cuando empezamos con esto de la piragua en aguas tranquilas y kayak polo: hay dos clases de piragüistas: los que ya han volcado, y los que volcarán. Pues en esto del slalom, desde hoy ya puedo decir que soy de los primeros.

Además, ahora admiro mucho más (si cabe) cosas como estas:








¡Ahí es nada! Bueno, menos mal que no hace falta llegar a estos niveles para disfrutar de las aguas bravas y del slalom. Y por si no os lo había dicho ya...Os recomiendo la escuela del Club Las Grajas de Cuenca para iniciarse a las aguas bravas con seguridad y en un entorno privilegiado. Los cursos son trimestrales...¡¡¡Animarse!!!

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